Abarca todos los planes, actividades y recursos –productivos, formativos y de orientación vocacional– puestos a disposición de la persona desde que es adscrita al dispositivo laboral hasta su alta del proceso. El proceso es un itinerario por niveles y se desarrolla mediante diferentes subprogramas (de menor a mayor autonomía):
Programa de inserción laboral
Objetivos
La finalidad es conseguir la plena capacitación para el trabajo (y en su caso, para el empleo) de las personas adscritas, teniendo especialmente en cuenta las dificultades consecuencia de la enfermedad mental.
Fases de la incorporación al proceso laboral
Las personas que se incorporen a este proceso pasarán por tres fases:
Fase de recepción
Abarca desde la incorporación a una plaza en Taller o al AEO hasta la superación del periodo de prueba para Talleres o el consentimiento de seguir en el AEO.
Fase PIR o de intervención
Programa Individualizado de Rehabilitación en dispositivo o servicio laboral. Abarca desde el final de la fase anterior hasta el alta de los dispositivos. Esta fase tiene una duración de tiempo muy amplia, dependiendo de la realidad de cada persona. En esta fase tienen lugar un conjunto de intervenciones cuyo objetivo final es la rehabilitación psicosocial del paciente. La duración mínima suele ser un año, la máxima va a depender del grado de dificultad de la persona. En esta fase se lleva a cabo una evaluación y revisión periódica del PIR.
Fase de alta
Abarca desde la propuesta de alta (por rehabilitación, traslado, abandono, enfermedad…) hasta la salida efectiva de los dispositivos.